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Las cadenas globales de valor han sufrido una serie de disrupciones importantes en el último año y medio. Parte de esas disrupciones se generaron en la logística de los productos. Por un lado, la recuperación económica de la pandemia provocó en los últimos meses una escasez de contenedores que incrementaron sus tarifas. Por otro lado, el bloqueo prolongado en el Canal de Suez (por donde transita el 12% del comercio marítimo global) generó nuevos aumentos en los costos de envío.

En las últimas semanas, un rebrote de casos de COVID-19 en la provincia china Guangdong promovió el cierre de distritos y negocios para evitar la propagación. Estas medidas están provocando retrasos masivos en los despachos de los principales puertos chinos (Shenzhen y Guangzhou) y aumentando los ya elevados costos de envío. Guangdong representa el 24% de las exportaciones totales de China, albergando a 2 de los 5 principales puertos del mundo.

Los costos de los fletes se encuentran en niveles máximos históricos. El Índice Global de Contenedores elaborado por Drewry alcanzó los USD 6.727 para los contenedores de 4o pies, lo que representa un incremento anual del 299%, principalmente impulsado por las rutas Shanghai-Rotterdam y Shanghai-Genoa. Las demoras en los puertos chinos podrían agravar esta situación. El tiempo de espera de buques en Shenzhen pasó de o,5 a 16 días, provocando un efecto derrame sobre los puertos cercanos que reciben los desvíos, lo que derivará luego en demoras en las entregas de los productos.

Fuente: Instituto de Estrategia Internacional de la CERA