Estos últimos días, diversos países europeos anunciaron restricciones a vuelos provenientes de Sudáfrica y otros países de la zona austral de África por la detección de una nueva variante del Covid-19, la B.1.1.529. Asimismo, Ursula von der Leyen, presidente de la Comisión Europea, anunció que propondrá activar el «freno de emergencia» a los vuelos provenientes de los países afectados.
Funcionarios sudafricanos criticaron la medida por prematura y subrayaron el carácter global de la pandemia. En 2020 el PIB sudafricano cayó un 7%, la mayor magnitud en décadas, y en lo que va de 2021 venía mostrando un rebote que ahora se ve amenazado por el rebrote del virus.
Ayer el Banco de Reserva de Sudáfrica (SARB) publicó la «Revisión de Estabilidad Financiera» en el que identificó los principales riesgos para la estabilidad financiera en el corto y mediano plazo. Allí, la posibilidad de rebrotes de Covid-19 fue identificada como un factor de riesgo importante. Esto se debe, en primer lugar, al impacto negativo sobre sectores específicos, tales como turismo, ocio y hospitalidad, que representan una parte importante del PIB sudafricano. En segundo lugar, por el agravamiento de debilidades y desigualdades estructurales que ya existían antes de la pandemia.
Fuente: Instituto de Estrategia Internacional de la CERA