La Organización Mundial del Comercio publicó ayer un informe donde indica que el comercio global perdería impulso durante la segunda mitad de 2022, aunque cerraría el año aumentando 3,5% (por encima del 3,0% esperado en abril). En 2023 el aumento sería del 1,0% (menor al 3,4% estimado anteriormente).
La dinámica tendrá especificidades propias de cada región y país. En Europa los altos precios de la energía reducirán el gasto de los hogares y aumentarán los costos de producción. En Estados Unidos el endurecimiento de la política monetaria aumentará el gasto de intereses en áreas como la vivienda, los vehículos motorizados y la inversión fija, dejando menor ingreso disponible para otras erogaciones. China continúa con su política de «Covid cero dinámico» que llevaría a interrupciones en la producción junto con una demanda externa débil.
Los países de Medio Oriente y África, beneficiados por la mejora en el precio de los combustibles y minerales, serán las regiones con mayor incremento de exportaciones e importaciones durante 2022. En términos de sectores, los servicios, los viajes y el transporte son los que mayor incremento están observando, recuperándose tras la crisis sufrida por el COVID-19.
Fuente: Instituto de Estrategia Internacional de la CERA
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