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«Siempre la proactividad, el movimiento, tratar de fijarse objetivos superiores, tienen buenos resultados. En ese sentido, hay que tratar de buscar condiciones que no doblen la voluntad del empresario, sino que lo hagan ver que tienen que ser resilientes y mantener una fortaleza, sobre todo mental, a la hora de buscar resultados que sean positivos».

Daniel Griboff es Despachante de Aduana y Técnico en comercio exterior. Participa de AMCHAM y es Chairman del Comité de Comercio Internacional en la Delegación Córdoba, además de dirigir una Diplomatura en Internacionalización de empresas de la Universidad Católica de Córdoba. Lleva más de 32 años de trayectoria en el sector y en la actualidad preside DAGRI, una empresa que realiza operaciones de importación y exportación de manera integral.

En esta entrevista con Movant Connection, nos brinda un panorama actual de la realidad del sector en Argentina.

¿Cuál es la actualidad del sector?

Lo que vemos es que esta crisis, en la actualidad, no afecta de la misma manera a todas las industrias. Hay empresas que realmente vienen mostrando una performance sostenida en cuanto a comercio exterior, y hay otras que están muy complicadas y que requieren gestiones y tramitaciones adicionales. No podemos plantear una situación general, el zapato no les aprieta de la misma manera a todos.

Desde tu opinión, ¿qué factores influyen en que este zapato te apriete más o te quede menos holgado?

Las empresas tienen diferentes tamaños, participan de diferentes cámaras, realizan diferentes lobbies, y creo que esos son los factores principales del día de hoy para que las empresas tengan cierto grado de éxito en la gestión. Por ejemplo, de la aprobación de las tan famosas SIRAs y licencias de importación. No es lo mismo para un importador que recién se inicia con una PyME, que gestiona sus primeras SIRAs, que una empresa que tiene 500 trabajadores y abastece a empresas importantes o le da de comer a la población, por mencionar un ejemplo.

¿Qué expectativas tenés para este último sprint del año?

Mi expectativa en este periodo tan especial que nos toca atravesar, con las elecciones presidenciales, es que se mantenga la poca cordura que queda a nivel general, y que no empeore la situación más de lo que está. Si hay una transición hacia un nuevo gobierno que se haga de una manera ordenada, prolija, y que nos permita visualizar una luz al final del túnel, que hoy resulta muy compleja de ver por todas las medidas que se han tomado, y por cómo se ha complejizado y se está desarrollando la actividad. Nuestros indicadores económicos van a contramano de lo que se está viviendo a nivel global, entonces realmente nosotros necesitamos insertarnos en el mundo de una manera proactiva y sostenida.

En situaciones de incertidumbre general, vos como líder ¿qué recomendaciones das?

Cada uno tiene su impronta a la hora de tomar decisiones. Siempre la proactividad, el movimiento, tratar de fijarse objetivos superiores, tienen buenos resultados. En ese sentido, hay que tratar de buscar condiciones que no doblen la voluntad del empresario, sino que lo hagan ver que tienen que ser resilientes y mantener una fortaleza, sobre todo mental, a la hora de buscar resultados que sean positivos.

¿Qué es lo primero que pensás cuando escuchas la palabra importación?

Complejidad. Hoy lo primero que se me viene a la cabeza es eso, y te diría que lo segundo es oscuridad. He estado hablando con profesionales y no nos ha tocado vivir nunca una situación como esta, de tanta intervención del Estado, de tanta complejidad y distorsión de la actividad.

¿Cómo ves el tema de internacionalización dentro de este contexto tan complejo?

No es fácil en este momento pensar en internacionalizarse porque las variables económicas no están muy a favor de los exportadores, especialmente en lo que tiene que ver con manufactura de origen industrial. Se han priorizado productos primarios para la exportación, con un tipo de cambio diferente. El tipo de cambio que cobra el exportador es muy bajo. Pero la realidad es que tenemos que pensar mucho más allá de la coyuntura y que indudablemente la Argentina va a necesitar que la industria se internacionalice y pueda competir. Internacionalizar las empresas implica un cambio, una superación. El empresario en este momento no puede hacer nada con el tipo de cambio, con las trabas que hay en cuanto al ingreso de las divisas, a la liquidez, al pago de los derechos de exportación. El exportador debe proyectar a futuro, mantenerse sólido y fuerte a la hora de que esas condiciones internas cambien.

¿Qué es lo que realizan desde DAGRI?

Brindamos servicios de despachante de aduana, coordinamos logística de manera integral, además de apoyar lo vinculado con la internacionalización de empresas y la utilización de zonas francas. En estos últimos años hemos crecido muchísimo, justamente de la mano de operaciones muy importantes vinculadas a insumos para la pandemia, importaciones de plantas industriales, insumos para las industrias y bienes de capital.

Fuente: Movant Connection